domingo, 28 de agosto de 2011

Salen a la luz los primeros restos de los 250 fusilados en el parque de Palencia

Memoria | Entre 15 y 20 recuperados

Los trabajos de exhumación se realizan en la zona de juegos infantiles. | M. Brágimo
Los trabajos de exhumación se realizan en la zona de juegos infantiles. | M. Brágimo
  • En el año 2009 ya se exhumaron los cadáveres de 32 personas
  • La alternancia con enterramientos normales complica la tarea
La tarea es ingente, porque el Parque de la Carcavilla de Palencia, lugar de esparcimiento y de ocio desde hace décadas, esconde en el subsuelo los restos de 495 personas que fueron asesinadas durante la Guerra Civil Española y después enterradas en lo que entonces era el cementerio municipal de Palencia. Hace dos semanas comenzaron los trabajos para recuperar al menos los restos de 250 personas, todas ellas fusiladas a finales de 1936 y principios de 1937 y sepultadas bajo los columpios que hoy forman la zona de juegos infantiles del parque.
La mayoría de ellos eran alcaldes, concejales, diputados, presidentes y secretarios de sindicatos, y en general personas afines a la República que vivían en la capital y en otros 25 municipios de la provincia.
A lo largo de esta semana se ha delimitado un cuadrante en el que se están buscando las fosas correspondientes a los represaliados, siguiendo la zona donde ya en 2009 se exhumaron los restos de 32 personas, los libros del antiguo cementerio, la documentación y los planos aportados por historiadores y arquitectos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia.
Foto: M. Brágimo
Foto: M. Brágimo
"Ahora mismo se está trabajando en la fila 7 del antiguo cementerio, que tiene una agrupación de fosas, y que según los libros es donde estarían la mayoría de los represaliados de Dueñas", ha explicado Almudena García, arqueóloga de la Universidad Autónoma de Madrid.

Voluntarios

Junto a ella una veintena de voluntarios de la Autónoma, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi del País Vasco y de las asociaciones para la Memoria Histórica de Valladolid, Palencia y Madrid, se afanan por sacar a la luz la parte más triste de la historia de España.
"Los trabajos van bien, teniendo en cuenta los medios de que disponemos y las limitaciones económicas que tenemos», ha agregado Jimi Jiménez, arqueólogo de Aranzadi, con la esperanza puesta en poder lograr el objetivo marcado aunque de momento solo se cuente con una subvención del Ministerio de Presidencia. "Confiamos en que sigan llegando las ayudas para poder trabajar mejor y concluir lo que hemos empezado", ha manifestado.
Reconocen que esta fase les está costando más que la realizada en 2009 y que se están topando con problemas "al cruzar la documentación que hay sobre los enterramientos y lo que estamos viendo" porque no siempre coinciden los datos manejados con el trabajo de campo.

Dispersión y alternancia

La dispersión de los enterramientos y la alternancia entre las fosas de los fusilados y las de enterramientos normales está complicando un poco la tarea, han asegurado. Y es que "aunque más o menos sabemos las que se corresponden a enterramientos naturales, tenemos que abrirlas todas y comprobar lo que hay en su interior, porque no podemos fiarnos solo de lo que una persona ha dejado por escrito", ha puntualizado Jiménez.
Hasta el momento se han localizado cuatro de las fosas que se buscaban y se está abriendo ya la cuarta sección, al fondo del cementerio. "En total se han encontrado entre 15 y 20 individuos", ha apuntado Almudena García, quien ha asegurado que los trabajos se prolongarán al menos hasta mediados del mes de septiembre.

Nombres y apellidos

En este tiempo antropólogos, forenses y voluntarios de todo tipo se esforzarán en recuperar los restos de 250 personas, cerrando el trabajo que durante años han hecho las agrupaciones de familiares y la ARMH de Palencia para documentar los enterramientos y lograr la financiación necesaria para acometer esta "ardua, difícil y ambiciosa" tarea. Entre ellos Juan Manuel Monge, que se ha encargado de documentar al máximo la historia del cementerio y ha hecho posible que todas las víctimas allí enterradas tengan nombres y apellidos y que se conozcan hasta los detalles del juicio sumarial que los condenó a muerte. El más llamativo, el famoso juicio de la Diputación, que condeno a 34 jóvenes a ser fusilados en septiembre del 36.
Una vez recuperados los restos se meterán en cajas y se llevarán a la Universidad Autónoma de Madrid para hacer los estudios osteológicos y las pruebas de ADN que permitirán identificar todos los restos para devolvérselos a sus familiares. A las personas que cada día siguen expectantes los trabajos arqueológicos con la esperanza de que se les devuelva la paz que se les arrebató hace más de 70 años.

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