lunes, 9 de abril de 2018

Arqueólogos de la memoria histórica abrieron 18 fosas en Galicia y pudieron recuperar 53 cuerpos

La ARMH localizó desde el año 2000 a más 1.400 víctimas del franquismo n El próximo día 28 entregarán a sus familias los restos de dos represaliados en A Pobra do Brollón

La memoria custodia las fosas del franquismo. El testimonio de familiares y vecinos ha sido clave durante los últimos años para dar con el paradero de cientos de paseados en montes y tapias de cementerios en la Guerra Civil y la postguerra. Sin el silencio roto por los testigos de los fusilamientos de la dictadura, la búsqueda contra reloj de las víctimas del régimen de Franco no habría permitido recuperar sus restos y entregárselos a sus familias para que, hoy más de 70 años después, sus padres, abuelos, tíos o hermanos salgan de las tinieblas de la represión.

Desde que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), grupo originario del Bierzo leonés, realizó la primera exhumación en España hace ya 18 años, su trabajo en Galicia suma 18 fosas abiertas con un total de 53 cuerpos recuperados, un balance al que hay que añadir tres exhumaciones más fuera de la comunidad en las que se localizaron los restos de cinco represaliados gallegos y otras seis tumbas buscadas sin éxito en las cuatro provincias. En total, el equipo de arqueólogos, forenses e historiadores voluntarios de la ARMH, colectivo que no cuenta con subvención alguna por parte de las administraciones, ha abierto desde el año 2000 un total de 165 enterramientos del franquismo en España y ha recuperado los restos de más de 1.400 represaliados.

Los trabajos de investigación de la ARMH permitieron localizar los restos de José Rodríguez Silvosa y Ramón Somoza Álvarez en un fosa junto al cementerio parroquial de Castroncelos, en el municipio lucense de A Pobra do Brollón. Tras la exhumación, realizada en julio de 2016, el equipo procederá a la entrega de los restos a las familias el próximo sábado 28 de abril en un acto organizado en colaboración con los Concellos de A Pobra do Brollón y de Monforte. La cita será a las 12.30 horas en el salón de actos de la Casa de Cultura en A Pobra do Brollón.

José Rodríguez Silvosa era natural de Lugo y sastre de profesión, llevaba residiendo en Monforte desde 1936, pocos meses antes del estallido del golpe de Estado. Participó en la resistencia al golpe de Estado en Monforte de Lemos, y desde el fracaso de esta y la toma de las fuerzas militares y falangistas del control, se vio obligado a huir a las montañas.

Ramón Somoza Álvarez era natural de Ponte Canedo (Santiago das Caldas, Ourense) y ganadero, pertenecía al Partido Socialista de Monforte, del que fue concejal durante la Segunda República. Al igual que José, Ramón participó en la resistencia que se constituyó en Monforte contra los militares sublevados contra el gobierno republicano, pero finalmente escapó al monte a finales de julio de 1936.

La investigación de la ARMH sobre el paradero Silvosa y Somoza comenzó a raíz de la búsqueda de otros dos represaliados del franquismo asesinados en septiembre de 1936 -los hermanos José María y Ricardo García Moral- tras la petición de sus familiares. Mientras el equipo recababa información, varios testimonios advirtieron de que había otras dos personas enterradas extramuros del cementerio. Consultados los libros de actas de defunción del periodo 1936-1986 en busca de inscripciones de personas muertas de manera extrajudicial, confirmaron la identidades de José Rodríguez Silvosa y Ramón Somoza, ambos muertos por "disparos por arma larga de fuego".

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martes, 3 de octubre de 2017

Mañana comienzan las exhumaciones de la Guerra Civil en Calatañazor y Cobertelada

A las 9.00 de la mañana de mañana viernes 22 de septiembre de 2017 comenzarán las tareas de exhumación de los restos mortales de Abundio Andaluz Garrido, vicepresidente de la Diputación Provincial de Soria, asesinado por falangistas con la compañía de un sacerdote, según los testimonios y tal y como recoge el libro 'La represión en Soria durante la Guerra Civil'.

Las tareas se prolongarán toda la mañana y serán llevadas a cabo por el equipo científico de la Fundación Aranzadi, bajo la dirección técnica del antropólogo forense Francisco Etxebarría.  La ubicación de la fosa fue localizada el pasado año gracias a las indicaciones de los vecinos de Calatañazor. Una gran cruz de piedras marca el lugar donde fue enterrado.

Las piedras, además de dignificar su enterramiento, fueron colocadas para evitar que las alimañas desenterraran el cuerpo, debido a que se encuentra a poca profundidad debido a la dureza del terreno. Abundio Andaluz fue asesinado en la cuesta del Temeroso. Quedó malherido y se arrastró más de un kilómetro en dirección sureste. Cuando lo encontró en el término de Calatañazor un pastor debido al olor que desprendía, Abundio había sido devorado, en parte, por los animales. Con la autorización del alcalde de Calatañazor, fue enterrado en el mismo lugar donde se le encontró.

Ubicación de la fosa de Calatañazor

Mañana viernes miembros de la ASRD y Aranzadi se darán cita a las 9:00 de la mañana en el paraje donde se encuentra el enterramiento ilegal. Para acceder a la fosa yendo desde Soria, una vez pasado el desvío a Calatañazor en la N-122 cambiar de sentido en el desvío a Rioseco a la izquierda y volver en dirección a Soria por la misma carretera. Tomar el primer camino de tierra a la derecha. En el cruce del camino girar a la izquierda. Allí se encontrará el aparcamiento y estará indicada la localización de la fosa.

Yendo dirección a Soria, tomar el camino de tierra que sale a la derecha después del segundo desvío a Rioseco y seguir las indicaciones anteriores. La exhumación será pública

La fosa de los maestros

También mañana viernes, a las 16:00 horas, el equipo formado por miembros de la ASRD, la Fundación Aranzadi y voluntarios comenzará en Cobertelada las tareas de limpieza de la zona que rodea la fosa común en la que hay enterradas seis personas, cinco de ellas maestros. Esas tareas servirán para facilitar el trabajo de los científicos, que tienen previsto trabajar el fin de semana hasta exhumar también estos seis cuerpos, pertenecientes a Eloy Serrano Forcén, Victoriano Tarancón Paredes, Hipólito Olmo Fernández, Elicio Gómez Borque, Francisco Romero Carrasco y Martín Artola Morrás. Varias de estas familias ya han pedido los restos una vez que se dio con la ubicación de la fosa común.

La financiación

La ASRD está llevando a cabo desde su web recuerdoydignidad.org una campaña para recoger fondos para poder llevar a cabo la financiación de la exhumación de los maestros. Se ha establecido el mínimo para poder pagar los gastos en 6.519 €. Las pruebas genéticas son lo que más eleva los gastos. Una muestra cuesta 500 euros y hay que tomar una por cada desaparecido y otra por cada familiar. Se sitúa el total, solo de las pruebas, en 6.000 euros. A día de hoy se han conseguido 4.147.


lunes, 2 de octubre de 2017

La inhumación de 96 represaliados en Estépar cierra ocho décadas de herida

Patricia Carro

Burgos, 30 sep (EFE).- Los restos de 96 represaliados burgaleses, asesinados durante los primeros meses de la Guerra Civil y cuyos cuerpos se recuperaron en 2014 y 2015 de las fosas comunes del Monte de Estépar, han sido inhumados esta tarde en un acto de "justicia y reparación" que cierra una "herida" de ocho décadas.

La inhumanción de los cuerpos ha tenido lugar en el cementerio de Estépar, municipio situado a 30 kilómetros de Burgos, de la mano de la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos, Espacio Tangente y la Asociación Cultural Denuncia.

Los noventa y seis restos corresponden a represaliados burgaleses durante los primeros meses de la Guerra Civil, políticos, afiliados a partidos de izquierda, maestros y gente del mundo de la cultura.

Tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936, el bando nacional los detuvo y los envió al penal de Burgos, ha recordado la presidenta de la Coordinadora, Lourdes Sastre.

Son víctimas de las denominadas "sacas", extracciones de presos, y acabaron fusiladas en el Monte de Estépar, de cuyas fosas comunes se recuperaron en sendas campañas de exhumación en 2014 y 2015.

Sin embargo, los noventa y seis cuerpos "reinhumados" hoy solo son una parte de los casi cuatrocientos represaliados cuyos asesinatos han sido documentados desde que arrancó el proyecto de Estépar.

El arqueólogo Juan Montero, codirector de los trabajos junto con el antropólogo forense Francisco Etxeberría, ha explicado que fueron dieciséis las "sacas" practicadas entre el 2 de agosto, la primera, y el 12 de octubre de 1936, la última registrada.

La documentación conservada en el penal de Burgos permite conocer que 371 presos fueron extraídos y conducidos a Estépar para acabar asesinados y enterrados en fosas comunes.

El proyecto de Memoria Histórica de Estépar se puso en marcha en 2004, ante la avalancha de peticiones de familias que querían saber qué había pasado con sus seres queridos, ha apuntado Lourdes Sastre.

Tras los trabajos previos de recopilación de información, en 2012 un estudio de georradar permitió localizar tres fosas comunes, y las catas arqueológicas posteriores confirmaron la presencia de huesos.

La primera campaña de exhumación se llevó a cabo en julio de 2014 y permitió recuperar setenta cuerpos, así como localizar una cuarta fosa, de la que se extrajeron veintiséis restos en abril de 2015.

Juan Montero ha reconocido que "lamentablemente" es posible que el resto de fosas comunes se haya podido perder, pues el Monte de Estépar ha sufrido muchas alteraciones en estos ochenta años.

De momento, no hay intención de realizar nuevas excavaciones pues no cuentan con testimonios fiables sobre la ubicación de las fosas, en el caso de que se hubieran conservado.

De ahí que el proyecto se centre ahora en identificar los restos recuperados, si bien es una "tarea titánica", ha afirmado Montero.

El número de represaliados es elevado y no se ha podido contactar con todas las familias; además, en algunos casos ya no quedan hijos de los asesinados, y la información de nietos y biznietos es escasa.

El arqueólogo ha asegurado que necesitan, además de muestras de ADN para comparar con los restos, testimonios que ofrezcan "pistas" para averiguar a qué sacas corresponden las fosas comunes excavadas.

Juan Montero y Lourdes Sastre han insistido en que la inhumación de los restos, realizada en un panteón comprado por la Coordinadora, no es un punto final sino un punto y seguido.

Se trata de "cerrar un círculo de dolor y duelo", ha afirmado la presidenta de la Coordinadora, insistiendo en que no abren heridas sino que las cierran.

"Queremos verdad, justicia y reparación para las víctimas" y que se demuestre que "sus asesinos han acallado" a sus familiares, ha insistido Lourdes Sastre.

Por su parte, el arqueólogo ha destacado la importancia de este tipo de actos, por lo que supone de reconocimiento de unos hechos que durante décadas han permanecido ocultos, escondidos.

Juan Montero ha lamentado también que tengan que ser colectivos como la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria Histórica, los que impulsen las exhumaciones de represaliados.

Las instituciones públicas no se implican, así que el principal hándicap sigue siendo la falta de recursos económicos, que impide acometer excavaciones y sufragar identificaciones.

El acto de inhumación ha contado con la presencia de familiares de víctimas del Monte de Estépar y, tras el mismo, se ha procedido a inaugurar un monumento de la artista Susana Rioseras. EFE

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pc/erbq


domingo, 31 de enero de 2016

Valdenoceda retomará las identificaciones tras la llegada de varios donativos

La Agrupación de Familiares hizo un llamamiento a través de las redes sociales que ha tenido muy buena respuesta

González explica que han dado orden a los laboratorios para que continúen con el trabajo realizado en los últimos años

Las identificaciones son complicadas, sólo se han realizado 55, dado que se hacen casi más pruebas negativas que positivas

Valdenoceda retomará las identificaciones tras la llegada de varios donativos

Las redes sociales se han convertido en un gran aliado de iniciativas sociales y solidarias. Una muestra más son los donativos de ciudadanos anónimos que ha recibido la Agrupación de Familiares de Valdenoceda, tras el S.O.S lanzando en diciembre. De todos es conocida la precaria situación económicaen la que se encuentra este colectivo, con escasos recursos que han ido invirtiendo en las labores de exhumación y la identificación de restos, y sin casi ayuda externa desde que el Gobierno de Mariano Rajoy eliminó las subvenciones a la memoria histórica.

Por ese motivo, y mientras esperan al resolución burocrática de su conversión en asociación, los familiares optaban a finales del pasado año por solicitar la colaboración ciudadana. Y el llamamiento "ha surtido efecto", reconoce el presidente, José María González, quien explica que han conseguido "un pellizquito", unos cuantos miles de euros, que les permitirán retomar la identificación de los cuerpos. Y es que queda mucho trabajo por hacer, dado que sólo se han podido identificar 55 de los 116 restos recuperados, sin hablar de que todavía quedan 25 cuerpos bajo las tumbas nuevas y 13 localizados pero sin exhumar.

Se recuperaron 116 cuerpos, pero sólo se han identificado 55

González recuerda que los laboratorios se han portado muy bien con ellos. Inicialmente se les pagó 60.000 euros, con el objetivo de identificar los 116 restos. Sin embargo, "hacer una prueba positiva cuesta lo mismo que una negativa", explica el presidente, y se han hecho casi más pruebas negativas que positivas, por lo que el dinero se ha ido sin que se haya podido identificar al total de los enterrados del Penal de Valdenoceda. Aún así, el laboratorio continúo trabajando, hasta que se vio claramente que el Gobierno Central no iba a conceder más subvenciones y, por tanto, la Agrupación no tenía forma de conseguir recursos para pagarles.

Desde el colectivo insiste en que las labores de identificación son arduas. Hay familias a las que no han localizado, por lo que no cuentan con muestras que puedan comparar con los restos. En otros casos, la víctima no dejó descendientes directos, así que las muestras dadas por otros familiares no siempre son válidas. Además, las primeras identificaciones fueron sencillas porque los cuerpos estaban colocados por orden cronológico de fallecimiento. Luego, las muertes se tornaron numerosas y se produjeron enterramientos sin control, así que ahora los resultados negativos de las analíticas son mucho más habituales.

Crowdfunding, en el futuro

Así las cosas, la Agrupación de Familiares de Valdenoceda espera tener algún éxito de identificaciones pronto, a fin de poder incrementar el número de entregas previsto para el homenaje de abril. Y, mientras, continúan pendientes de su conversión en asociación, una necesidad perentoria para reactivar sus labores de exhumación e identificación. González insiste en que es importante establecer un sistema de cuotas, para contar con fondos estables, y, además, una asociación es una estructura legalmente más segura para sus miembros.

Continúan pendientes de su conversión en asociación, una necesidad perentoria

Por ejemplo, a la hora de recibir donativos, si las cantidades no son excesivamente altas se pueden gestionar sin problemas. En cambio, si llegase una ayuda fuerte, se podría generar una situación fiscalmente peligrosa para aquellas personas que constituyen la agrupación. Con una asociación, con identificación fiscal propia, ese riesgo no existiría. Por ese motivo, González espera que el Gobierno Vasco dé el visto bueno cuanto antes a la petición cursada. Y, ya entonces, el colectivo se planteará un sistema de crowdfunding como el desarrollado por los familiares de La Pedraja o la Asociación de la Memoria Histórica para Estépar.

lunes, 5 de octubre de 2015

Exhuman los restos de cuatro jornaleros asesinados en 1936 en una finca de Vecinos

La localización de esta fosa se produjo tras la investigación de las actas de defunción de los hombres, en las que constaba que estaban enterrados en esa zona

La Asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia exhumó ayer de una fosa común los restos de cuatro hombres, todos ellos padres de familia, de entre 35 y 51 años, que fueron detenidos y asesinados en 1936 en una finca del municipio salmantino de Vecinos.

La presidenta de esta asociación, Luisa Vicente, explicó en declaraciones a la agencia EFE que la localización de esta fosa se produjo tras la investigación de las actas de defunción de los cuatro hombres, todos ellos jornaleros procedentes de Vecinos, en las que constaba que estaban enterrados en una finca próxima a este municipio.

Posteriormente, se dio la circunstancia de que los propietarios de la finca les «dieron todo tipo de facilidades» a lo que se unió la información ofrecida por una persona, cuyo padre había trabajado en ese terreno. «Toda la vida estuvo obsesionado con el tema», aseguró José Manuel Gómez, cuyo progenitor –Abundio– «estuvo muchos años de encargado» y les «contó» la zona concreta donde estaba la fosa.

«Lo tuve como un encargo que me había dejado» y con la exhumación ahora realizada se le «ha quitado un peso de encima. Estoy muy contento con que se haya hecho esto», añadió Gómez. Sin embargo, Luisa Vicente lamentó la falta de recursos por parte de las administraciones públicas para poder llevar a cabo más exhumaciones, ya que tienen localizadas un centenar de fosas en la provincia de Salamanca en las que puede haber unas 800 personas.

«Es muy triste que tengamos que depender de la buena voluntad de la gente y de las donaciones porque el Estado no quiere saber absolutamente nada», criticó.

Hay que tener en cuenta que una vez localizados y exhumados los restos, tareas que llevan a cabo voluntarios, el siguiente paso es la realización de análisis tanto antropológicos como de ADN, pruebas que se llevan a cabo en la Universidad Complutense de Madrid y que tienen un coste.

No obstante, en este caso concreto, la presidenta agradeció a la Guardia Civil la apertura de un expediente que mañana presentará en un juzgado de Salamanca, un trámite que habitualmente no se realiza.

Pruebas de ADN

Cuando los estudios, que pueden prolongarse incluso un año, hayan identificado los restos, éstos se entregarán a las familias, a las que ya se les ha realizado la prueba de ADN –solo a dos porque las otras no se han localizado–.

En el caso de Lucía y de Teresa, nietas de uno de los fallecidos –Fabián Montes–, los depositarán en el memorial que la Asociación tiene en el cementerio de la capital salmantina.

Por su parte, Concha y Consuelo -nietas de Francisco Bárez- llevarán los restos de su abuelo al cementerio de Vecinos donde el padre de ellas quiso que estuvieran pero «el cura que había entonces dijo que los rojos no podían estar» en ese camposanto, relataron ayer.

La fosa está situada a escasos metros de la carretera junto a varias encinas. En ella, a un metro de profundidad se han hallado los restos e incluso objetos como hebillas, botones y trozos de tela de las cuatro personas -Fabián, Francisco, Juan José y Serafín-, una al lado de la otra.


domingo, 4 de octubre de 2015

Exhuman restos de cuatro jornaleros asesinados en 1936 en una finca de Salamanca

EFEVecinos (Salamanca)4 oct 2015

La Asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia ha exhumado hoy de una fosa común los restos de cuatro hombres, todos ellos padres de familia, de entre 35 y 51 años, que fueron detenidos y asesinados en 1936 en una finca del municipio salmantino de Vecinos.

La presidenta de esta asociación, Luisa Vicente, ha explicado hoy en declaraciones a los periodistas que la localización de esta fosa se produjo tras la investigación de las actas de defunción de los cuatro hombres, todos ellos jornaleros procedentes de Vecinos, en las que constaba que estaban enterrados en una finca próxima a este municipio.


lunes, 29 de junio de 2015

Exhumados en el Señorío de Lekaun los restos de 3 cuerpos de la Guerra Civil

La Sociedad de ciencias Aranzadi exhumó este fin de semana, en el cementerio del Señorío de Lekaun, los restos de tres cuerposprocedentes de la Guerra Civil.

La actuación se desarrolló dentro de una exhumación promovida por laAsociación de familiares de fusilados de Navarra a instancias de una familia que busca los restos de Basilio López Cárcar, desaparecido en Pamplona en 1936 al poco de comenzar la contienda.

Los restos de las tres personas, según informó la asociación en un comunicado, aparecieron en una fosa común del cementerio, en una disposición diferente a los enterramientos habituales y junto a ellos se encontraron, entre otros objetos, monedas de la República y con la efigie de Alfonso XIII, que eran de curso legal al comienzo de la Guerra Civil. Los técnicos de Aranzadi detectaron además orificios en dos de los cráneos.

Los restos van a ser analizados ahora por la Sociedad de ciencias Aranzadi para determinar, mediante pruebas de ADN, si alguno de los cuerpos se corresponde con la identidad de Basilio López Carcar, natural de Miranda de Arga y casado con Justa Osinaga Larumbe, de Pamplona.

La investigación va a ser ampliada para tratar de determinar la identidad de los otros dos cuerpos, por lo que la Asociación de familiares de fusilados de Navarra ha hecho un llamamiento para que, si hay familiares que sepan o sospechen que sus víctimas fueron enterradas en el Señorío de Lekaun, se pongan en contacto a través de correo electrónico.

El equipo de trabajo de exhumación de fosas de Aranzadi está formado por profesionales de la medicina, antropología física, arqueólogos e historiadores, y liderado por Francisco Etxeberria, médico especialista en Medicina Legal y Forense, que estuvo presente este domingo en los trabajos realizados en el Señorío de Lekaun.

La Asociación de familiares de fusilados de Navarra nació en noviembre de 2002 para defender los intereses de estos familiares y tratar de avanzar en la recuperación de la Memoria histórica. Siguiendo este objetivo, la asociación realiza numerosas actividades y ha promovidoexhumaciones en diferentes lugares de Navarra, como Urbasa, Ripa, Bera de Bidasoa, Urzante, Magallón, Fustiñana, Cizur, Murugarren o la sima de El Raso de Urbasa.