Desde el pasado 29 de marzo hasta el día 3 de mayo la Asociación por la Recuperación de los Desaparecidos en el Franquismo (ARDF), llevó a cabo unas excavaciones en la localidad de Olba (Teruel) en busca de ocho fosas comunes donde podían hallarse los restos de varios soldados que combatieron en el Frente de Teruel durante el mes de julio de 1938.
Con la ayuda de Roque Moya, un testigo que vio hace 74 años el lugar exacto en el que fueron enterrados por la población local algunos de los fallecidos, se ha conseguido recuperar dos restos mortales de soldados republicanos. Los restos óseos se han trasladado al Paleolab de Valencia y al Departamento de Medicina Forense de Santiago de Compostela para su estudio e identificación de ADN. Santiago Carcas y Ángela Piñeiro fueron los responsables de esta excavación en la que también intervinieron algunos testigos de la localidad así como un numeroso grupo de voluntarios.
La ARDF radica en Lugo y dedica sus esfuerzos a la búsqueda e identificación de personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la posguerra en España. Por medio de sus expertos, la Asociación investiga las posibilidades de exhumación de restos mortales, llevando a cabo comparativas y pruebas de A.D.N. Mantiene además un proceso de creación de un banco de resultados de A.D.N y restos mortales identificados en las distintas fosas comunes sobre las que ha trabajado.
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