EL PAÍS - Santiago - 11/10/2011
Las asociaciones por la recuperación de la memoria histórica de las víctimas del franquismo continúan, pese a la desidia -cuando no oposición- institucional, su labor. Este fin de semana en el cementerio de San Pedro de Grandal, en Vilarmaior (A Coruña), activistas de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña (CRMH) comenzaron los trabajos de exhumación de una fosa común de republicanos en la que se encuentran los restos de cinco personas.
Entre los cadáveres de las personas fusiladas después del golpe de Estado de Franco el 18 de julio de 1936 están, presumiblemente, el vecino de Vilarmaior Manuel Varela y Xosé Rodríguez Braxe, abuelo del exdiputado del BNG en el Congreso y secretario general de la UPG, Francisco Rodríguez. "Del fusilamiento de estas cinco personas queda constancia oral de cuatro, dado que las actas de defunción han desaparecido", explicaron ayer desde la asociación en un comunicado, "en el caso de Rodríguez Braxe, existe certificación del registro civil". Lo que sí ha desaparecido es el libro parroquial de defunciones en sus páginas correspondientes a los meses que van de julio a diciembre del 36. Ese fue uno de los periodos más crudos de la represión fascista en Galicia.
La Comisión pola Recuperación da Memoria, que continuará los trabajos de exhumación los próximos jueves y viernes, asegura estar cumpliendo con las directrices internacionales propias de estos casos: intervención arqueológica, estudio anatómico forense de los restos e identificación a través del ADN de los familiares de las víctimas -en este caso los de Rodríguez Braxe y Manuel Varela-. El prestigioso investigador en genética Ángel Carracedo colabora desinteresadamente en el proyecto.
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