Inician en Paterna la exhumación de los restos de un hombre fusilado en 1940

MEMORIA HISTÓRICA | La familia quiere trasladarlos a Massalfassar

• La hija del represaliado ha decidido judicializar el caso de su padre
• Se sumará a la querella argentina contra los crímenes del franquismo

Efe | Valencia

Actualizado lunes 17/09/2012 12:25 horas

Los trabajos de exhumación de una fosa común del cementerio de Paterna (Valencia) para localizar los restos de un represaliado del franquismo fusilado en 1940 han comenzado este lunes, según ha explicado a EFE Matías Alonso, portavoz del Grupo para la recuperación de la memoria histórica (GPRMH) de la Comunitat.

Alonso ha señalado que ya ha finalizado la fase arqueológica en la fosa común de Paterna donde supuestamente está enterrado José Celda, y que ahora comienza el acto médico y forense de la exhumación, con la retirada de tierra y la esperanza de llegar en pocos días donde se encuentran los restos mortales.

El portavoz del GPRMH ha lamentado los retrasos que ha sufrido este proceso, sobre todo porque el próximo 31 de diciembre finaliza el plazo fijado en la subvención que concedió el Ministerio de la Presidencia para los trabajos de localización, exhumación y traslado de los restos.

Según Alonso, el equipo que trabaja en estas labores en el cementerio de Paterna tendrá que hacerlo "contra reloj", pues una vez finalicen las labores de campo habrá que hacer los estudios de antropometría y la identificación de los restos por el ADN.

Además, ha anunciado que Josefa Celda, hija del represaliado, ha decidido judicializar el caso de su padre y se va a sumar a la querella argentina contra los crímenes del franquismo abierta por la jueza de aquel país María Servini de Cubria.

El portavoz del Grupo para la recuperación de la memoria histórica ha recordado que en la Comunidad Valenciana ya se han efectuado otras exhumaciones al amparo de la ley de la Memoria histórica, como en Benagéber, Albalat, Quart, Torrent y Segorbe, y que tienen varias más en proyecto, como en Borriol.

José Celda, natural de Massamagrell, fue fusilado en las afueras del cementerio de Paterna junto a otras quince personas en 1940 y su cuerpo fue enterrado en la fosa número catorce del camposanto de esa localidad.

Desde mayo de 2008, su hija Josefa y sus nietas reclaman que se exhume su cadáver, con el propósito de trasladarlo a Massalfassar junto a su mujer y "cerrar así una herida que lleva demasiado tiempo abierta".

El pasado 29 de agosto, el Ayuntamiento de Paterna firmó el decreto que permite a la familia ocupar temporalmente el cementerio municipal para realizar los trabajos de búsqueda y exhumación del cadáver, mientras que a principios de septiembre el Consistorio finalizó la retirada del monolito republicano de la fosa común.

"Lo único que busco es la verdad, el problema es que no se oficializa"

ANTROPÓLOGO FORENSE SOCIEDAD CIENCIAS ARANZADI

ENRIQUE CONDE - Miércoles, 12 de Septiembre de 2012 - Actualizado a las 08:38h

Francisco Etxeberria, ayer en el Parlamento, con su informe sobre la fosa de San Cristóbal - Ezkaba. (Patxi Cascante)

Francisco Etxeberria (Beasáin, 1957) es la eminencia de la antropología forense que aclaró el 'caso Bretón'. Sus trabajos precedentes, entre ellos las exhumaciones en Navarra de fosas de represaliados del franquismo, desbordarían esta entradilla. Dice que solo quiere informar de la verdad.

PAMPLONA. El forense Francisco Etxeberria, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, aseguró ayer que en su entidad no desean crear "falsas expectativas" sobre si es o no posible identificar todos los restos humanos de fosas comunes de víctimas del franquismo. Etxeberria, quien compareció ayer en la ponencia del Parlamento de Navarra que analiza la atención a las víctimas del franquismo, explicó a los medios que para lograr una identificación hace falta también "un poco de suerte". Así, explicó, que si en la fosa que se abre hay el número de cuerpos previsto y de las características esperadas, la hipótesis sobre las identidades se puede confirmar después con las pruebas genéticas. Sin embargo, aclaró que no siempre ocurre así, ya que en ocasiones se encuentran en la fosa más cuerpos de los que se esperaba o el estado de los huesos imposibilita hacer análisis genéticos con garantías.

¿Pueden identificar cualquier resto humano que encuentren?La degradación de esos restos hace imposible a veces que haya unos análisis que sean de garantías. Esos informes no siempre lo resuelven todo y, por eso, no podemos crear falsas expectativas de que se puede identificar todo. Pero nuestro trabajo de exhumaciones solo es una parte de un gran trabajo con historiadores, análisis de fuentes, testimonios... Todas las víctimas tienen tres derechos: la verdad, la justicia y la reparación. Lo que nosotros aportamos como técnicos es que nos desenvolvemos en el primer espacio, aportamos información para conocer la verdad. Luego esa verdad puede ser usada por las instituciones, que cada uno sepa lo que le corresponde. De tal manera, que en la verdad que estamos generando nosotros, el problema es que no se oficializa.

Y en Navarra, ¿cuál es la verdad? Nosotros hemos recuperado 88 esqueletos en 11 fosas, pero sería muy bueno que alguien diera por válida esa información. Es una verdad científico técnica. Eso echamos en falta en todas partes, la oficialidad de esos datos. La reparación se podrá hacer si se conoce la verdad. A mí no me corresponde jugar a la política con esto.

¿Qué opinión le merece el mapa de fosas elaborado en Navarra? Mi opinión es positiva sobre lo que se ha hecho. Hemos puesto a disposición de Tracasa todo lo que hemos hecho. El mapa de fosas de Navarra está bien, pero como todos los que se hacen son incompletos. Eso significa que requiere una actualización casi permanente, si se detiene y no se corrige ni rectifica ni se amplía... En los últimos 15 días hemos recibido información de nuevas fosas y eso hay que incorporarlo. Conviene confiar en que ese primer impulso de mapa se actualice.

¿Qué cree que le falta? Soy partidario de que en el mapa de fosas se introduzca la información que está contrastada. No se pueden abrir puntos en la geografía con rumores que no están contrastados, pero eso solo lo trabajan las asociaciones. Es un trabajo que tiene continuidad por ellas. Por suerte, el tema se va normalizando y cada vez hay más testigos directos que emplazan nuevas fosas.