Presentó ayer en Badajoz un libro y un documental sobre las exhumaciones de los últimos nueve años en Castilla y León
Clemente Bernard pretende que sus fotos documenten aquellas muertes ocultadas. :: PAKOPÍ
El fotógrafo Clemente Bernard sigue desde hace nueve años la apertura de fosas para la recuperación de los cuerpos de los fusilados durante y después de la guerra civil española. El impulso para hacer este trabajo vino cuando conoció a través de la prensa que forenses de la Universidad del País Vasco y la Fundación Aranzadi estaban abriéndolas. La imágenes hechas en el curso de su trabajo proceden fundamentalmente de la apertura de fosas en la comunidad de Castilla y León.
«A mí me interesa lo que pasa en los sitios donde se reúne la gente para exhumar -explica-. Qué gente va, por qué va y en qué condiciones. De eso trata el libro, que también muestra huesos porque eso te conecta con lo que pasó, con los crímenes y asesinatos. El proyecto tiene mucho que ver con el silencio que ha habido hasta ahora y que sigue habiendo sobre esto. Yo mismo me enteré por la prensa».
Clemente Bernard estuvo ayer en Badajoz para presentar el libro de fotografías 'Desvelados', que muestra imágenes de este proceso y el documental realizado el pasado año que lleva por título 'Morir de sueños'. Ambos son dos pilares de su proyecto de relato en imágenes titulado 'Donde habita el recuerdo', que contará en el futuro con un documental más.
Bernard tiene la sensación de que a pesar de las dificultades para aplicar la ley de Memoria Histórica, de la separación del juez Garzón de la investigación de los crímenes franquistas y de los recortes económicos, las exhumaciones siguen a un ritmo parecido al de estos años pasados.
«Lo último que he leído es que los recortes del Gobierno central no iban a afectar mucho a las exhumaciones. Creo que se seguirá exhumando porque se hizo en un principio sin dinero y el proceso seguirá aunque no lo haya. No siguen un ritmo excesivamente alto, pero se sigue a buen ritmo y hay exhumaciones por toda España».
Clemente Bernard dice que en el entorno de las fosas hay que moverse con el mismo bagaje y actitud con que se afrontan todos los retos profesionales. Hay que tener mucha curiosidad y abundante información previa y mucho respeto por los que trabajan allí y los que contienen su dolor junto a las fosas. «Apretar el botón siempre tiene unas consecuencias y hay que ser conscientes de ellas»- manifiesta el fotógrafo, que opina que los profesionales deben saber siempre el tipo de relato que quieren realizar al afrontar un proyecto como éste.
«En este caso, noto que tengo una actitud casi militante -argumenta. Quiero colaborar a que esto se conozca en las mejores condiciones y que tengamos claro qué pasó para que se distingan las líneas rojas que separan un proyecto criminal de un proyecto democrático».
La presentación del libro y el documental estuvo organizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura.
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